FECHA DE PUBLICACIÓN 06/08/14
ATSA

Fuerte critica del gremio de la sanidad al cierre de una Clínica en Tres Arroyos

Cuando el interés económico cobra más relevancia que la salud y la dignidad de toda una comunidad

Una ciudad que aún conserva costumbres de pueblo, donde la mayoría de sus habitantes se conocen, una comunidad en la que el vecino es un amigo y la solidaridad es uno de los pilares fundamentales de su sociedad, hoy está siendo gravemente afectada por un proceso, que en principio involucra a un número reducido de personas, pero en realidad las consecuencias recaen sobre toda la comunidad.


Una institución emblemática como es la policlínica POLIMED SA cierra sus puertas dejando a medio centenar de trabajadores y consecuentemente de familias, quizás sin el único ingreso que les permitiera subsistir, y como si esto fuera poco, la comunidad muy probablemente, deba enfrentarse a un problema sanitario de importante magnitud.

Resulta imperioso que este tipo de hechos que desencadenan en los damnificados directos, una serie de circunstancias angustiosas y que potencialmente representan una problemática para la comunidad en su conjunto, sean comprendidos cabalmente, que toda la sociedad y ya no solo los trabajadores se interioricen de las circunstancias, que hacen posible que se transite este tipo de hechos tan lamentables, y por sobre toda las cosas individualizar claramente a los responsables, aquellos individuos de carne y hueso con nombre y apellido, que a través de sus acciones provocan un daño capaz de generar momentos de desesperada incertidumbre.

Hoy a casi cuatro meses de aquel punto de partida donde se avizoraba una situación de la que pareciera no haber retorno, el silencio cómplice y deliberado de los máximos responsables de la situación actual permanece inquebrantable, individuos que comprenden, que sin mediar acciones urgentes y concretas, el destino inevitable de la institución será la desaparición de una clínica y es aquí donde surge el interrogante más pertinente, no estaremos en presencia del surgimiento imponente de un negocio inmobiliario espectacular que justifica el silencio?

Lejos de las marchas y más cerca del rezo como la única esperanza para que la agonía se convierta en vida, los trabajadores sostenidos estoicamente quizás por la necesidad o simplemente por no doblegarse a la sin razón, mantienen con gran espíritu de lucha, un esfuerzo ejemplar que no permitirá que el sustento de muchas familias desaparezca, ante la mirada indiferente de quienes en algún momento, deberán enfrentarse al más legitimo y seguramente masivo reclamo de explicaciones por la extinción de tantos puestos de trabajo y la gran desprotección y desamparo de quienes debieron garantizar el sustento digno de los afectados por las mencionadas circunstancias.
Y allí estaremos nuevamente, como institución sindical, dejándolo todo aunque tal vez todo no alcance, pero ante el avasallamiento, la mentira, el abuso de la buena fe, no estaremos dispuestos a claudicar en la lucha, en el reclamo que dignifica y que te expone para entregar lo que te queda.

Y será la TOMA tal vez la continuidad de la agonía o la puerta que se abra para que la cordura impregne el pensamiento de los hombres, y se agite de forma desesperada la necesidad de mirar de frente y dejar que la sombra de la indiferencia recale en lugares que no lastimen. No debe de perderse jamás de vista que se ponen en juego los sueños, las esperanzas, la dignidad del trabajo, y el sustento de hombres mujeres y niños que dependen de otros hombres y mujeres, trabajadores y trabajadoras. Quienes a su vez por años, han hecho posible con su fuerza de trabajo que determinados sectores de la actividad hayan crecido económicamente, mejorando sustancialmente su calidad de vida. Quizás sea hoy el momento en el que estos sectores reflexionen, y con actitud comprensiva y solidaria, contribuyan en su calidad de hombres de bien, a que renazca en quienes hoy más lo necesitan, las esperanzas de reencontrarse con la dignidad del trabajo.

Buscar: